Fuente: Infotaller

Conepa, en colaboración con Aeca-ITV, ha publicado un estudio en el que señala la diferencia entre reparar un vehículo al día en revisiones frente a otro que no lo está.

Pasar la Inspección Técnica de Vehículos no solo es una obligación para poder circular, sino que también es una acción de carácter preventivo que ahorra averías importantes a largo plazo.

Así lo pone de manifiesto un informe de Conepa en el que se han analizado los importes de algunas averías detectables durante la inspección.

En el informe se han tenido en cuenta los vehículos matriculados entre 2010 y 2012 y líderes en ventas en ese momento. Las conclusiones, analizadas por la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (Aeca-ITV) radican en torno a varias averías relacionadas con distintas partes del vehículo. Así, en primer lugar, detectar a tiempo los defectos en el sistema de frenado permite ahorrar 256 euros de media. 

De hecho, un desgaste excesivo de las pastillas de frenado puede llegar a dañar los discos. Esto puede suponer que, en lugar de una simple sustitución, se necesite, con el paso del tiempo, el cambio de pastillas y discos de freno. El coste de la sustitución de los discos y pastillas (386 €) es tres veces mayor que la sustitución de únicamente las pastillas (130 €).

FUGAS DE ACEITE

La localización temprana de una fuga de aceite puede solucionarse con una pequeña intervención, generalmente la sustitución de la junta correspondiente. De no solucionarse este problema, puede convertirse en una costosa reparación, incluso suponer la sustitución del motor.

El primer elemento que se ve afectado por un déficit de lubricación es el turbo-compresor del vehículo, si dispone de él. La sustitución de un turbo-compresor (1.309 €), tiene un coste muy superior que el de la intervención de la fuga mediante la sustitución de la junta correspondiente (desde 1€ hasta 100 €).

Si persistiese la avería, llegando a dañar el conjunto de motor, la sustitución del mismo (6.383 €) se estima que conlleva un gasto muy superior que el de la intervención de la junta correspondiente o 5 veces la de la sustitución del turbo-compresor.

A este respecto, desde Aeca-ITV valoran la revisión preventiva de cara a ayudar a evitar grandes averías. «La inspección técnica que se realiza por los centros de ITV ayuda a detectar esas pequeñas averías que de otra manera podrían pasar desapercibidas para los propietarios de los vehículos; quienes sólo se percatarían de ellas cuando fuesen un problema mayor y su reparación fuera bastante más costosa”, ha asegurado Guillermo Magaz, director gerente de la asociación.